lunes, 23 de septiembre de 2019

Ask 3 Questions Before Taking on a New Project

Ask 3 Questions Before Taking on a New Project
Being proactive at work is generally a good thing. But if your initiative isn’t channeled in the right way, it can backfire — squandering resources and even damaging your reputation. That’s why it’s important to think carefully before taking on a project. Ask yourself three questions to help. First, “Am I the right person to lead this?” Consider whether you have the personal interest and professional expertise needed, as well as whether you can commit enough time and resources. Remember, not every problem is yours to solve. Second, “Whose support will I need?” Consider who will be affected by the project and who you’ll need on board for it to succeed. Make sure you’ll be able to get the blessing of key stakeholders. Last, “Do I understand how important this project is, or isn’t, to the company?” If an idea doesn’t align with your goals or the organization’s mission, pursuing it is likely to be a waste of time.
This tip is adapted from When to Take Initiative at Work, and When Not To,” by Sharon K. Parker and Ying (Lena) Wang

viernes, 20 de septiembre de 2019

Ask Your Employees to Give You Feedback

sábado, 27 de julio de 2019

The Management Tip Get Your Employees Talking to Customers

The Management Tip

 

Get Your Employees Talking to Customers

Jul 23 2019

Customer experiences can provide you with powerful insights into how to improve your products. Many companies outsource this research, but you should consider having employees collect it instead. This can save time and money and will give employees a better understanding of the people they serve. Start by identifying who would most benefit from hearing feedback directly from customers. For example, you might choose managers who make the decisions about projects, designers who plan them, or individual contributors who carry out their day-to-day work. Next, consider how these employees will interact with customers. You could assign each person to join a sales call once a month, or to spend a few hours talking to clients with customer service reps. Capture their insights, and then share the most valuable ones with the rest of your team. This process should be repeated often so that your team stays up to date with what customers are thinking about.

Adapted from “How to Keep Employees Connected to Customers,” by Alessandro Di Fiore

viernes, 26 de julio de 2019

If Your Employees Can’t Unplug from Work, They’re Probably Getting Burned Out

If Your Employees Can’t Unplug from Work, They’re Probably Getting Burned Out


Your employees may be closer to burnout than you think. If they can’t set healthy boundaries between work and their personal lives, or call in sick or take a vacation day when they need to, burnout probably isn’t far off. Leaders need to institute policies that show they care about employees’ health and encourage workers to find a good work-life balance. Let people use flexible hours, take breaks and mental health days, and ignore late-night emails (which no one should be sending anyway). Talk to your team about your expectations. Tell them that resting and unplugging helps us recover and recharge, which makes us more effective at work. Create a company culture that inspires and motivates people, not one that exhausts them. Your employees shouldn’t have to work around the clock to prove how dedicated they are.

Adapted from “When Passion Leads to Burnout,” by Jennifer Moss

jueves, 25 de julio de 2019

Is Your Board Setting a Good Example for the Company?

Is Your Board Setting a Good Example for the Company?


The CEO sets the example for how employees should act — and board members should be setting an example for the CEO and senior management. If board meetings start late or have discussions that devolve into personal attacks, those behaviors can cascade throughout the company. That’s why boards and senior leaders need to model how they want others to act. A good first step is to create an “operating agreement” that lays out the CEO’s expectations of the board and vice versa. The agreement might include, for example, running meetings in which everyone has a chance to voice their opinions, providing monthly reports on the state of the business, and treating each other with respect. Think about what kinds of cultural norms you want to establish, and what you want business as usual to look like. Review these expectations annually during performance reviews and board self-assessments. Evaluate whether senior leaders and board members are sticking to the agreement, and remind everyone of their commitments.

Adapted from “How to Make Sure Your Board Sets a Good Example for Your Company,” by Kenneth W. Freeman

sábado, 24 de marzo de 2018

¿Seguimos siendo una nación de Caudillos?

“Aunque muchas personas han proclamado que ya no somos más una nación de caudillos (especialmente después de las memorables e hipócritas palabras de Plutarco Elías Calles en su último informe presidencial: <dejaremos de ser una nación de caudillos para ser una nación de instituciones> ), es evidente que los <hombres providenciales> aún rondan por la escena pública -y rondarán mientras más personas ignorantes y desesperadas existan-. Pero cómo no iba a ser así? Antes que alejar para siempre este auténtico maleficio social, el régimen revolucionario que durante setenta años atenazó las libertades políticas de los mexicanos no hizo sino arraigar más aún la perversa aceptación, o al menos la inclinación de estos a la veneración del caudillo. Qué acaso no fueron los presidentes del priismo verdaderos caudillos sexenales -por no decir caciquea, como lo son hoy los mismos gobernadores de los estados-? No perfeccionaron los mecanismos de sujeción de todo el aparato político a una sola persona, en este caso el tlatoani sexenal en turno?
Lo cierto, sin embargo, es que tras 70 años de <ductadura perfecta>, en franca traición a los postulados de la revolución que le dio origen, los mexicanos aún seguimos esperando a nuestro salvador, al líder máximo que resuelva nuestros problemas, al caudillo que piense por nosotros y nos conduzca al paraíso anunciado.”
Francisco Martín Moreno, 100 Mitos de la historia de México 2, pag 57-58

Sobre aviso, no hay engaño.

domingo, 11 de marzo de 2018

100 Mitos: Los españoles nos conquistaron

"Efectivamente, hoy casi todos los mexicanos afirman que los peninsulares nos conquistaron, y como prueba de ello nos hablan de la caída de Tenochtitlán a manos de las tropas de Hernán Cortés.
Sin embargo esta idea es totalmente falsa, pues los conquistadores de estas tierras fueron los propios indígenas, quienes participaron, cuando menos, en dos grandes campañas militares.

La primera conquista: Tenochtitlán

Sostener que los aztecas fueron derrotados por los españoles es ridículo, pues las tropas comandadas por Hernán Cortés resultaban tan poco numerosas que no eran capaces de vencer en combate a los habitantes de las comunidades del lago de Texcoco, muy poco o nada podían hacer los menos de 700 españoles en contra de los casi 700,000 habitantes de esta región. Por lo tanto podemos afirmar que la derrota de los antiguos mexicanos ocurrió por tres causas precisas: la epidemia de la viruela que diezmó a la población de Tenochtitlán, las creencias religiosas que convirtieron en dioses a los recién llegados y la invaluable colaboración de muchos indígenas que se sumaron a los peninsulares para liberarse del yugo que les habían impuesto a los aztecas.

La segunda conquista: el norte indómito

Aunque en muchos documentos de la conquista se afirma que las expediciones militares tenían como fin ¨reducir a los infieles¨ para transmitirles la ¨verdadera religión ¨, la realidad es que tanto la Iglesia católica como La Corona española buscaban aumentar la extensión de sus dominios y, sobre todo, enriquecer sus arcas. El 8 de Septiembre de 1546 Juan Tolosa dio un giro a la historia al descubrir los yacimientos de plata de Zacatecas. La riqueza que contenía La Bufa parecía inconmensurable y anunciaba que allá, en el norte del mismísimo reino, estaban las minas que podrían satisfacer los deseos de la iglesia y de la corona.
De nueva cuenta se presentaba un grave problema para los españoles: ¿cómo conquistar a los chichimecas, pueblos tan aguerridos con un puñado de soldados que eran superados en número y quizás destreza? La respuesta no se hizo esperar: los clérigos y los conquistadores decidieron aplicar una solución muy parecida a la que emplearon contra los aztecas: enfrentar a los indígenas contra los indígenas. Sin embargo, en esta ocasión no podían aprovecharse del odio que sentían algunas comunidades contra sus enemigos, pues los chichimecas no representaban ningún problema para la mayoría de los mesoamericanos, por lo que tanto los soldados como los sacerdotes invocaron un nuevo principio legal: el vasallaje. Efectivamente, los pueblos dominados por ellos estaban -legalmente- obligados a defender a sus explotadores, de tal modo que los indígenas capaces de tomar las armas fueron enrolados en los ejércitos que partirían al norte para -reducir- a los chichimecas.

Podemos aceptar, entonces, que la conquista de nuestro país la llevaron a cabo los propios indígenas. ¡México fue conquistado por los mexicanos! ¡La conquista la realizaron los indígenas! Y para mayor sorpresa, nuestra independencia la llevaron a cabo los españoles!"

Extracto tomado del libro 100 mitos de la historia de México
De: Francisco Martín Moreno.
Página 69




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